Los hidratos de carbono son los que más influyen en la glucosa en sangre.2
Los hidratos de carbono son nutrientes que proporcionan la mayor parte de la energía al organismo. Por lo tanto, son muy importantes a la hora de comer sano. Existen distintos tipos de hidratos de carbono, que influyen en los niveles de glucosa en sangre de forma diferente (rápida o lentamente). Esto significa que se tiene que vigilar el tipo y la cantidad de carbohidratos que se come.
¿Tienes curiosidad por saber cuántos carbohidratos consumes?
Empieza a contar los hidratos de carbono4 de las comidas, bebidas y tentempiés. La etiqueta nutricional indica la cantidad de hidratos de carbono que contiene el alimento. En el caso de los alimentos sin etiqueta, como los productos frescos, puedes calcular la cantidad de hidratos de carbono que contienen. Si registras tu ingesta de carbohidratos y tus niveles de glucosa en sangre antes y dos horas después de comer, tu equipo de diabetología podrá ver cómo reacciona tu organismo a las distintas comidas y planificar tu medicación individual (si la necesitas) y tu plan de comidas de acuerdo con tus resultados. Habla con tu profesional de la salud sobre el mejor plan de alimentación para ti.
Cuenta los hidratos de carbono4
Dependiendo de la cantidad de los distintos tipos de carbohidratos que ingieras, tu nivel de glucosa en sangre aumentará rápida o lentamente. Por lo tanto, el recuento de carbohidratos es una buena forma de controlar los niveles de glucosa en sangre.
Dieta y ejercicio
Un plan dietético individual y actividades físicas regulares forman siempre parte del tratamiento. Por lo general, los profesionales sanitarios recomiendan realizar ejercicio de intensidad moderada durante al menos 30 minutos al día, la mayoría de los días. Por ejemplo, caminar a paso ligero, nadar o hacer yoga prenatal.3